Elegir los parches de batería adecuados para nuestro set
puede ser algo complejo, sobre todo si estamos empezando. Piensa que el sonido
resultante no solo depende del parche, también de los aros, las barras de
tensión, el material sobre el que esté construido la pieza y otros factores que
determinarán el sonido resultante de tu bombo, caja o toms. Hoy te traemos este
especial sobre parches de batería en nuestro blog que a buen seguro te pondrá
las cosas más fáciles a la hora de elegir los de tu drum set.
Un poco de historia.
Allá por la década de los 50, comenzaron a fabricarse los
primeros parches de plástico. Antes se usaban las pieles de distintos animales
como la cabra o el becerro. Estas pieles eran sumamente difíciles de instalar y
la humedad los desafinaba fácilmente, por ello había que calentarlos antes de
tocar para rápidamente estirarlos sobre el cuerpo del tambor, colocar el aro y
tensarlos hasta conseguir la afinación deseada. El uso del plástico, y
concretamente el Mylar, hizo la vida mucho más fácil a los bateristas y les
proporciono nuevos sonidos y texturas en sus sets.
Capas, superficies y acabados de parches de batería.
Para facilitar la elección podemos clasificarlos
principalmente por el número de capas (una o dos), el tipo de superficie
(rugosos, transparentes, etc…) y los acabados especiales (con refuerzo, de
aceite, etc…), cuya finalidad puede ser secar el sonido o eliminar armónicos de
la caja o los toms.
En cuanto al número de capas, el parche de una capa suele
sonar más abierto y con mayor resonancia. Un ejemplo claro es la serie
Ambassador de la marca Remo. La alternativa viene de la mano de la marca Evans
con su serie G1. En el caso del de dos capas, estos suelen proporcionar más
volumen, mejor ataque y más definición, sobre todo si su superficie es rugosa.
Los transparentes suelen tener un sonido más largo y mayor cantidad de
armónicos. Aquí encontramos la serie Pinstripe o Emperor de Remo, los Genera
Dry o G2 de Evans o varios modelos de
Aquarian.
Uno de los acabados más conocidos es el parche de aceite,
sobre los que hay diversidad de opiniones. Se trata de insertar una fina capa
de aceite entre parche y parche. Evans los popularizo con su gama Hydraulic y
suelen tener un precio más elevado. El resultado es un sonido más seco, sin
apenas armónicos y con un ataque bastante pronunciado.
El parche de caja bordonero, el que montamos debajo, suele
ser un parche de una única capa, mejor cuanto más fino, ya que dotará al sonido
de mayor sensibilidad, sobre todo si ajustamos la bordonera a tensión media o
alta.
Una cuestión de estilo.
A lo largo de los diferentes estilos musicales podemos
encontrar configuraciones que suelen dar buenos resultados. Por ejemplo, para
el Jazz lo ideal sería un parche de una sola capa de superficie rugosa. Esto
dará un sonido abierto y con mayor sensibilidad, perfecto para usar las
escobillas. En estilos más dinámicos, como el Heavy o el Metal, lo mejor es
probar diferentes opciones de doble capa, más intensas en el sonido y con mayor
volumen y ataque, perfectas para definir el golpe.